lunes, 19 de agosto de 2013

LEALTAD



Considerada como Fidelidad, cumplimiento con nobleza y sin reservas de una obligación o de un pacto, actuar de buena fe, con rectitud en el proceder y en el hablar.

                                    
Es la disposición natural o adquirida que induce a cumplir los códigos de valores personales de ética y moral ante un contexto social, lo cual implica un estricto respeto sin restricciones a sí mismo y a los demás.


Lealtad es estar comprometidos fielmente con el Ejército, la traición es la negación de la lealtad, este valor en ocasiones es mal interpretado porque se distorsiona y se llega a entender como devoción inconmovible hacia la persona o determinada organización.


Este valor es fundamental, hace de la persona fiel, noble e incapaz de cometer cualquier traición o engaño, por eso se debe considerarlo como verdadero sostén de la fidelidad que nos debemos a la Constitución Política del Estado, al Ejercito Nacional, a la Unidad, a los camaradas, a los subalternos y a los integrantes de la familia militar.


Este valor es un legado imperecedero que los héroes han dejado, la práctica de este valor, que identificará con la patria, en la sagrada misión de defender su causa con fidelidad, si es posible con el sacrificio de la propia vida vidas.


En la vida militar, ser leal significa no fallar al compromiso de amistad, respeto y reconocimiento hacia las personas o instituciones, de ahí que en el ejército, la lealtad es recíproca, entre el superior y el subalterno, su principal característica es la de cohesionar al personal y a las unidades militares a través de la confianza depositada, esencial para el trabajo de conjunto.


Este valor hace que el mando sea depositario de la confianza, en que quienes conducen al ejército, son genuinos representantes de la institución, y actúan bajo principios de sinceridad, solidaridad y respeto, reflejando en sus decisiones el cumplimiento del deber y las necesidades de bienestar de su personal.


En el ejercicio de la profesión, permite desarrollar las labores en un marco de respeto mutuo, sinceridad, confianza, dignidad, franqueza y solidaridad.

La práctica de este valor permite una adecuada interrelación con los superiores, acatando sus órdenes, practicando todas las tareas con la mejor voluntad, apoyando con tesón sus resoluciones, dando parte con valentía en vez de proceder indignamente con críticas destructivas.

La lealtad es una constante entre camaradas, obliga a actuar con sinceridad, solidaridad y confianza, con muestras de accesibilidad, sin faltar a la fe o confianza depositada por éstos, evitando entorpecer sus ansias de superación y perfeccionamiento o desprestigiando su meritoria capacidad.

El culto a la lealtad, será la fuente fundamental de abnegación y valor en la guerra, permitirá compartir las vicisitudes de superior como de subordinado, sabiendo que se lucha por el inmenso amor a la patria.

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